"Nada tiene sentido en biología si no es bajo el prisma de la evolución". Esta frase enunciada por el prestigioso genético evolucionista Theodosious Dobzhansky resume a la perfección el significado de la palabra más importante que existe en la Biología.
La palabra evolución proviene del latín evolvere, que significa desenrollar: no se crea nada nuevo, simplemente se destapa lo que antes estaba oculto (aunque más tarde desvelaremos que esta definición corresponde a una definición Lamarckiana).
Debida a la gran riqueza en significados que el idioma español encierra podría llevarnos a confusión el término que nos estamos echando a las espaldas, ya que en una multitud de contextos usamos esta palabra: al hablar de una carrera profesional, cambios a consecuencia del desarrollo,... Aunque, naturalmente, ninguna de estas acepciones es válida para hablar de evolución biológica; siempre que hagamos un comentario sobre lo vivo, tenemos que contener la respiración y mordernos la lengua para no decir ninguna auténtica barbaridad. Esto, unido a la complejidad del concepto que nos toca desmantelar, hace la profesión de científico y biólogo en una odisea conceptual donde el más mínimo error de concepto puede llevarnos a la más inerte incongruencia.
Para los que intentamos estudiar la vida, evolución es el cambio de las frecuencias alélicas de una población generación tras generación; o, dicho de maneras más visual, el cambio en las características de las poblaciones de organismos a través del curso de sucesivas generaciones.
Si analizamos las dos definiciones hay dos cosas en común: existe cambio continuo y éste se hace notar en las agrupaciones de individuos de igual especie o poblaciones porque existe una reproducción. De aquí, lo primero que se nos presenta en la mente es que la evolución es una característica inherente a la materia viva.
Como se muestra en la foto, la evolución no es un proceso lineal, sino que el cambio evolutivo hace que, a partir de una población ancestral, puedan surgir nuevas poblaciones con distintas características entre ellas y la primigenia. El resultado de este devenir es consecuencia de la biodiversidad de la que disponemos hoy, y cualquier vestigio de vida anterior podrá ser estudiado a partir de los seres vivos de la actualidad o los restos fósiles del pasado con la misma inferencia independientemente de la información que nos aporten
Entonces a la pregunta de que si el hombre viene del mono (término no taxonómico) debemos contestar que no; lo que ocurre es que ambos comparten un antecesor común.
Aunque no sea tan deductivo, el mecanismo evolutivo se basa en tres puntos: (1) variabilidad heredable de ciertas características, (2) variabilidad de individuos de una misma población en cuanto al éxito reproductor y, (3) la correlación entre ambos tipos de variabilidad. Así, cuando se dan los dos tipos de variabilidad, la correlación entre los mismos determina qué tipo de evolución se produce. Si dicha correlación es nula o muy baja los cambios intergeneracionales se realizarán de forma aleatoria (evolución neutral). Si, por le contrario, es muy alta, el cambio evolutivo se orientará en el sentido de aumentar la eficacia biológica (evolución adaptativa).
Además hay autores que hacen otra clasificación de los procesos causantes del cambio evolutivo. Ellos distinguen entre los procesos que ocurren en una determinada población actual (microevolución) y los procesos que están relacionados con patrones de cambio observados a escala geológica (macroevolución). La controversia existente entre estas dos disciplinas reside en que, según los estudiosos del segundo grupo, los cambios evolutivos a gran escala no se pueden explicar única y exclusivamente a partir de conceptos microevolutivos, cosa que los componentes del primer grupo reclaman. Sea cual sea el bando que tiene razón, es cierto que se producen variaciones de la velocidad con que se producen los cambios (aceleraciones o ralentizaciones) de una historia evolutiva y, por contra, estos ritmos se pueden explicar por cambios bruscos del material genético de un individuo concreto. El debate está servido, pero éste es un tema del que se debería hablar con más calma.
La evolución es sumamente importante, pues gracias a ella La Biología dejó de ser una ciencia eminentemente descriptiva a ser una ciencia con todas las letras, pues gracias a esto, se podía postular, deducir, prever,...
Todos los organismos y sus características son consecuencia de la evolución por lo que su estudio tiene hoy muchas aplicaciones prácticas, que iremos desmembrando con el paso del tiempo; en agricultura, medicina, medioambiente, ganadería,...
Para finalizar, decir que la biología evolutiva es una rama de la biología que, como el resto, se alimenta de las ciencias biológicas y viceversa, que es lo que hace a esta madre ciencia ser crisol de actitudes, que será más eficiente cuando queden olvidados viejos rencores entre las distintas ciencias hermanas.
El concepto de evolución, como hemos visto, es muy importante para comprender todo lo relacionado con la vida de manera correcta. Espero que exista alguna curiosidad en vuestro interior para continuar porque a partir de ahora la dinámica del blog cambiará.
10 julio, 2006
El concepto de Evolución
Publicado por Paquillo Dubois en 8:29 p. m.
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