02 agosto, 2007

El fraude de Haeckel

Estoy cansado que los médicos en ciernes de hoy continúen recitando versos pseudocientíficos del siglo XIX. Por eso, aunque ellos no quieran ver más allá de sus narices, a ver si vosotros, que estáis menos contaminados abrís la mollera. Aquí os dejo una entrada del blog Paleofreak:

Por supuesto, este paleofreak ya tiene en sus garras el último libro de ensayos de Stephen Jay Gould*. No los suelo leer en el orden que dispone el autor; no puedo evitar lanzarme directamente a donde haya más chicha evolutiva. Abominable trata sobre fraude de Haeckel cuando dibujó (o más bien se inventó) sus famosos embriones con objeto de ilustrar su Ley de la Recapitulación. Gould relata cómo descubrió, en un viejo libro original de Haeckel que llegó a sus manos, las notas progresivamente cabreadas del anciano naturalista Agassiz a medida que se iba encontrando con las falsificaciones de su rival evolucionista. La Ley de la Recapitulación no es una Ley, por supuesto, sino una hipótesis (falsa) según la cual el embrión en desarrollo atraviesa las mismas fases que recorrió su especie durante su trayecto evolutivo. ¿Os suena eso de que "la ontogenia recapitula la filogenia"? Pues eso.

Embriones de Haeckel



El fraude de Haeckel ya fue descubierto y denunciado adecuadamente en su época, y sus teorías, rechazadas también hace ya tiempo. Pero, desgraciadamente, su Ley ha sido divulgada como auténtica casi hasta nuestros días, y sus falsos dibujos de embriones han sido copiados una y otra vez en los libros de texto de Biología. Esta mancha que afea tanto el expediente del gran evolucionista Haeckel como el de la divulgación científica es constantemente esgrimida por los creacionistas como ¡una prueba contra la evolución! (No miento, mirad el Google: con "haeckel embryos", y deprimíos).

Todo esto lo cuenta mucho mejor Gould, por supuesto (en su típico estilo de paréntesis dentro de paréntesis dentro de paréntesis que intento no imitar (y casi siempre lo consigo)).

Gould, siempre estarás vivo en el interior de nuestras cajas torácicas.

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